Porque envejecer no significa volverse un inútil. Las personas mayores pueden seguir sintiéndose útiles y autónomas el mayor tiempo posible
“El envejecimiento activo no es llegar a tener muchos años, si no llegar a tener muchos años y estar bien”
La OMS define el envejecimiento activo como: “El proceso de optimización de oportunidades para luchar por la salud, por la participación activa en la vida y por la seguridad de alcanzar calidad de vida cuando el ser humano envejece”. En definitiva, se trata de llegar a tener más años y tener una buena salud y calidad de vida. A menudo se llega a ver al colectivo de la tercera edad como una lacra en la sociedad y se proyecta esta imagen en este colectivo de forma que ellos mismos se creen una lacra social. Este pensamiento es absolutamente erróneo. La vejez o la jubilación son oportunidades de cambio, de emprender nuevas proyectos en la vida, de relajación y de seguir con nuestra participación en la vida social, de una forma u otra.
Personas como Ascensión Castelló, alumna de la Universidad Miguel Hernández a sus 68años de edad, tienen claro que no van a dejar que se les considere como un bache social. Esta jubilada de Elche supo lo que quería hacer cuando se jubilara: Nunca quedarse quieta. Supo de la existencia de las aulas AUNEX por unas amigas y lo tuvo claro: “Tenía programado acudir a la UMH en cuanto me jubilara y, cuando llegó el momento, me matriculé en las AUNEX. Estas aulas AUNEX son un proyecto educativo de la Universidad Miguel Hernández que comenzó en el curso académico 1999-2000 con el objetivo de atender la demanda educativa y potenciar la cultura y la mejora de la calidad de vida de las personas mayores de 55 años de nuestro entorno, a través de un programa de estudios inmerso en un ambiente universitario. En la actualidad, estas aulas ya cuentan con una afluencia de más de 400 alumnos.
La profesora de la UMH del Departamento de Salud, Beatriz Bonete López, es una de las que ha colaborado en el seguimiento de estas aulas y afirma sentirse muy contenta con la experiencia: “Es muy gratificante darles clase” comenta. El objetivo de estas aulas es el de “integrar a la persona mayor en la via universitaria. Muchos de ellos no habían podido ni siquiera terminar el colegio y poder volver a estudiar les resultaba muy satisfactorio” argumenta Bonete.
Se entendería entonces que el envejecimiento activo sea un tema tan importante a tener en cuenta por el colectivo de los mayores. Para la propia Ascensión el envejecimiento activo “es un proceso, en este momento de la vida – el de la vejez – que tiende a mejorar la calidad de vida de los mayores en todos los aspectos: físicos, mentales, socioculturales etc. a medida que envejecemos, para que esta etapa de nuestra existencia sea un periodo de crecimiento personal que añada “sentido” a la vida y no “añada años a la vida”. Esta definición y las palabras “sentido a la vida” son las que añaden un significado especial a este modo de envejecer. Porque la actitud es lo más importante y así lo argumenta Bonete: “Todo depende de cómo cada uno vea las cosas. En este sentido, ayuda que cambien de actitud sobre lo que puede ser envejecer.
Jane Fonda
La profesora Bonete tiene claro el ejemplo que pondría al hablar de envejecimiento activo: la actriz Jane Fonda porque “Ella no sólo tiene un buen envejecimiento físico si no que también da charlas para concienciar a los demás sobre lo que significa envejecer bien y habla mucho acerca de cómo sentirse en paz con uno mismo, que tiene mucho que ver con el proceso de reminiscencia” señala.
Este proceso de reminiscencia fue acuñado a Platón y significa, en términos coloquiales, que no hay que mirar hacia atrás con tristeza o miedo, si no ser capaces de ver todo lo que nos ha pasado, ser conscientes de ello y estar felices, para mirar con otra cara esta nueva etapa de la vida.
“Hoy vivimos de promedio 34 años más que nuestros bisabuelos. Sin embargo nuestra sociedad no lo ha aceptado. Vemos la edad como el viejo paradigma de un arco que va hacia la decrepitud” señala Fonda en una charla del TED donde muestra una nueva perspectiva sobre lo que ella llama “este tercer acto de la vida” para tratar de ver la edad “no como una patología, sino como un potencial”. Su propuesta para vivir este denominado tercer acto pasa por “completarnos a nosotros mismos” planteándonos una “revisión de vida para dar un nuevo significado” que es el proceso de reminiscencia del que anteriormente se ha hablado.
El deporte es clave
Diversos estudios, como el realizado por el Imserso llamado el Libro Blanco del envejecimiento, coinciden en que una de las claves del envejecimiento activo es el deporte. Aunque también entren en juego otros factores como la alimentación, las relaciones sociales, la estimulación cognitiva, etc., pero sin el ejercicio físico o sin algo de actividad a nivel físico nunca podría darse un buen envejecimiento activo. Caminar es un ejercicio ideal. Es evidente que, debido a un deterioro físico más palpable a medida que avanza la edad, quizá algunas personas no son capaces de hacer el ejercicio físico que hacían cuando eran jóvenes, sin embargo, caminar simplemente 30 minutos al día puede convertirse en la clave de un buen envejecimiento activo y a la vez se pueden desarrollar actividades sociales, con las caminatas con amigos o vecinos, a la vez que se mejoran las condiciones físicas de la persona.
Así pues, es importante mantenerse activo físicamente pero también lo es permanecer activo socialmente participando en actividades recreativas, de carácter voluntario o culturales y sociales. Al igual que lo es permanecer activo en las relaciones familiares. La familia es vital para el desarrollo biológico de la persona y para mejorar su estado de ánimo, que tiene mucho que ver con la calidad de vida y el envejecimiento activo. Ascensión Castelló lo tiene claro en este aspecto: “Les recomiendo, desde mi experiencia, que participen en proyectos para mayores como las AUNEX y otros de los Centros Sociales de los Ayuntamientos, para poder estar más activas y tener una vida social y cultural más plena”.
La nutrición también es muy importante, pues se considera un requisito para una buena calidad de vida. Todos estos consejos están recogidos en el Documento Envejecimiento Activo: un marco político -desarrollado por el Programa de Envejecimiento y Ciclo Vital como contribución a la Segunda Asamblea Mundial de las Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, celebrada en abril de 2002 en Madrid por la OMS y en el estudio de envejecimiento activo realizado por Facua Andalucía en 2013.
En España, según las estimaciones del INE, la población mayor de 65 años pasará del 16% en 2008 al 32% en 2050. No se puede entender entonces que se considere como una lacra social a una tercera parte de la sociedad cuando el envejecimiento activo puede ser la respuesta a una calidad de vida después de la jubilación. En este aspecto, la profesora Bonete argumenta: “Las campañas de concienciación no llegan a toda la gente y en realidad son muy importantes. La mayoría de la gente se dice a sí misma que ya se preocupará cuando llegue el momento”. Pero no, no hay que preocuparse cuando llegue el momento. Hay que preocuparse ya y mirar al futuro. Porque no todo se ha acabado al traspasar el umbral de los 60.
El estudio de las monjas
En 1986, David Snowdon, doctor en epidemiología y profesor de neurología en la Universidad de Kentucky, inició un estudio sobre la enfermedad de Alzheimer que aportaría una concepción nueva de esta enfermedad y de lo que supone el envejecimiento activo para frenar el avance de las demencias. Para llevarlo a cabo, se centró en un grupo de 678 monjas católicas ubicadas en distintos conventos de las Hermanas de Notre Dame, en Estados Unidos. Se eligió a este colectivo porque, a pesar de no representar ampliamente a toda la sociedad, tenían estilos de vida parecidos. Las monjas estuvieron de acuerdo en donar sus cerebros a la ciencia y se sometieron a una serie de test psicotécnicos para determinar su evolución. Los descubrimientos que llevó a cabo supusieron una nueva perspectiva para el estudio de estas enfermedades.
Cuando se comenzó con este estudio la monja más joven tenía 80 años y la más mayor 107 años. Dos de los casos que más despertaron el interés y posterior perplejidad de Snowdon fueron los de las monjas Sor Matia y Sor Bernadette. La primera llegó a vivir hasta los 104 años y hasta esos días mantuvo toda su lucidez y pasó todos los test psicotécnicos, pero cuando falleció y se examinó su cerebro, el doctor Snowdon encontró una gran cantidad de la patología de Alzhéimer, cuando ella en vida no había llegado a mostrar ningún síntoma.
Más extraño aún fue el caso de Sor Bernadette. Tuvo una gran formación académica, estuvo en la universidad, fue maestra durante más de 30 años y mantuvo su buena memoria hasta su fallecimiento. “Cuando examinamos su cerebro comprobamos que tenía uno de los tipos de Alzhéimer más severos que jamás habíamos visto, tenía un avanzado estado de Alzhéimer, sin embargo en las pruebas que le hicimos a lo largo de cuatro años no mostró ningún síntoma, ninguna evidencia de ello, incluso mejoró en algunos de los test que le dábamos” afirma Snowdon en el documental titulado “El estudio de las monjas”.
Se determinó entonces que la rutina diaria, la nutrición y las caminatas diarias habían provocado en estas monjas un freno al avance del desarrollo de estas patologías. Una prueba más de la importancia del envejecimiento activo para conseguir una buena calidad de vida.
Jornadas de Bienvenida de las AUNEX
A lo largo de su constitución, las AUNEX han organizado todos los años unas Jornadas de Bienvenida, con el objetivo de introducir a los alumnos en el ambiente académico, dar a conocer la Universidad y permitir una solidaridad intergeneracional organizando un encuentro entre alumnos jóvenes y ERASMUS con los mayores apuntados a las aulas AUNEX.
Para Ascensión Castelló estas Jornadas son “una de las actividades más necesarias de estas aulas, para dar a conocer la Universidad” al igual que Beatriz Bonete, quien recalca su importancia “Los alumnos las agradecen y se sienten más integrados dentro del ámbito universitario gracias a ellas”. “Creo es necesaria, y conveniente para que los alumnos mayores conozcamos el lugar y el entorno en donde asistimos a clase, con todas sus posibilidades y no quede solo con entrar y salir al edificio “único” a donde acudimos al aula” añade Castelló.
El encuentro con jóvenes alumnos, la presentación del profesorado y la visita al Campus son varias de las actividades que se llevan a cabo dentro de esta Jornada de Bienvenida. Una Jornada que muchos esperan sea posible el año que viene.
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