domingo, 30 de diciembre de 2012

Villancicos, Jubilados de Arroyo de la Encomienda

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Los mayores de 65 años consumen el 33% de los medicamentos en Europa


Los mayores de 65 años consumen el 33% de los medicamentos en Europa

A pesar de que tienen características particulares, como la polimedicación, la cronicidad de sus tratamientos o la mayor susceptibilidad a los efectos adversos, su participación en ensayos clínicos es escasa.
Los mayores de 65 años consumen el 33% de los medicamentos en Europa
Una mujer pide sus medicinas en una farmacia. / Archivo
Las personas mayores de 65 años consumen el 33% de los medicamentos en Europa y a pesar de que tienen características particulares, como la polimedicación, la cronicidad de sus tratamientos o la mayor susceptibilidad a los efectos adversos, su participación en ensayos clínicos es escasa.
Por este motivo, el Hospital Universitario de Getafe dispone de una Unidad de Ensayos Clínicos para ancianos, que se ha convertido en el primer centro sanitario de Europa destinado a impulsar, fomentar y canalizar la investigación sobre el uso de medicamentos en la población anciana. Dicha unidad consta de los recursos materiales y humanos específicos para la adecuada realización de estos estudios en colaboración con otras especialidades, centros sanitarios y con la industria.
Para la óptima realización de los proyectos se han confeccionado además modelos de protocolo, hojas de información, procedimientos normalizados de trabajo y estrategias de reclutamiento adaptadas a esta franja de edad, facilitando así la labor investigadora.
El Servicio de Geriatría lidera en la actualidad tres importantes proyectos europeos de investigación sobre la fragilidad y la prevención de la dependencia en pacientes ancianos.
Financiados por la Unión Europea con 18'5 millones de euros, estos programas coordinan a 25 grupos internacionales y tienen como objetivos fundamentales conocer los mecanismos de la fragilidad en el anciano y tratar de revertirla, evitando o reduciendo la situación de discapacidad en estos pacientes.

viernes, 14 de diciembre de 2012


Así es la nueva normalidad en la zona euro: del parado español al jubilado alemán.


La zona euro se encamina hacia su cuarto año de crisis mientras se zambulle de lleno en la recesión económica. A pie de calle, la realidad macroeconómica y las políticas puestas en marcha por Bruselas para tratar de paliarla se traducen en un cambio de mentalidad y de horizontes económicos que afectan, de una forma o de otra, a todos los ciudadanos comunitarios.
En 2009, el cofundador y director de inversiones de Pimco, el mayor fondo de bonos privado del mundo, Bill Gross, acuñó el término nueva normalidad para referirse a un nuevo escenario global caracterizado por un bajo crecimiento económico, un desempleo elevado y unos menores rendimientos sobre los activos.

Una nueva realidad

Años después, el escenario que dibujó el gurú de la renta fija está de plena vigencia en Europa. Esta nueva normalidad la sufren a diario los millones de europeos que han visto modificadas sus condiciones de vida. Tanto en los llamados periféricos, donde la exigencia de austeridad y la recesión han impactado con más fuerza, como en las naciones más ricas, las reglas del juego han cambiado de forma radical.
Así lo explica otra de las vacas sagradas de PIMCO, su consejero delegado, Mohammed El-Erian: "Después de haber ido demasiado lejos durante la 'gran época' del apalancamiento y el crédito, los países occidentales se enfrentan ahora al reto de superar la resistencia conjunta del escaso crecimiento, el paro excesivo y la deuda elevada en lugares equivocados".
Para ilustrar la imagen, Bloomberg se fija en dos perfiles completamente opuestos pero con un punto en común: el punto de inflexión que la crisis ha supuesto en sus perspectivas laborales y financieras. Jubilados alemanes y parados españoles representan las dos caras de la misma moneda, un euro a dos velocidades que trata de encontrar la fórmula para la recuperación económica.

Dos buenos ejemplos

Para empezar, recoge el caso de un español de 26 años en paro, divorciado y con una hija. Fran López trabajaba como electricista en Madrid y llegó a cobrar un sueldo mensual de 4.000 euros. El estallido de la burbuja inmobiliaria le dejó sin trabajo y, a día de hoy,se ha visto forzado a volver a casa de sus padres y a terminar los estudios básicos para poder acceder de nuevo al mercado laboral.
En paralelo, Daniel Just se encuentra ante un reto laboral que nunca antes había encarado. Es jefe de inversiones del mayor fondo de pensiones público alemán y tiene que hacer frente a la caída sin precedentes de la rentabilidad de los productos que gestiona: las pensiones de los jubilados germanos. Según explica, los fondos de pensiones en Alemania son tradicionalmente conservadores a la hora de invertir.
A diferencia de los que existen en otros países como Reino Unido o EEUU, en Alemania se invierte una gran parte del dinero en renta fija, ya que la ley alemana establece que deben mover el dinero hacia activos que garanticen "la mayor seguridad posible". Esto implica que normalmente apuesten por la deuda pública alemana que, considerada como refugio frente al riesgo del resto de la zona euro, lleva meses presentando bajos rendimientos que incluso han llegado a ser negativos en algunos casos.

Asumir o hacer magia

"Solo hay dos alternativas: reducir las expectativas de remuneración o intentar hacer magia", asegura Just. "Hay que aceptar la nueva realidad", añade el gestor de fondos aBloomberg.
¿Y en qué se traduce? Para los jubilados alemanes implica asumir que contarán con un retiro menos dorado, ya que las rentas de su trabajo dan menores frutos que antaño. Para el electricista español, supone renunciar a su antigua vida de gastos y completar su formación, una carencia que en su día no le impidió encontrar un trabajo bien remunerado.
Es una transformación profunda que durará tiempo. "Si vives un largo período en el que los desequilibrios crecen, luego llega el largo periodo durante el que relajarse", apunta el economista jefe para la zona euro de BNP Paribas, Ken Wattret. "Primero tienes la fiesta y luego la hambruna", concluye.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Carta a mi hijo por Navidad

Carta a mi hijo en Navidad.
Siempre tiene que haber lugar… a la esperanza
Mí querido hijo:( empiezo y termino esta carta, como veía escribir las cartas a tu abuela Carmen).
Me alegraré que al recibo de esta te encuentres bien, nosotros bien a Dios gracias
Hoy como muchos días, me levanto temprano, miro por la ventana y la calle está oscura por la falta de luz del día y por la niebla, pero es posible que levante y a mediodía veamos el sol, el frío es el normal, para la época en que nos encontramos.
Año tras año y a los pocos días  de la entrada del invierno, llegan unas de las fiestas mas entrañables del año, las Navidades.
Son días en la que los niños, y quizá  los que no son tan niños, disfrutan de una forma muy especial, de unas  merecidas vacaciones. Hoy, no sabes cuanto añoro, cuando vosotros erais pequeños, nada echo de menos en esta vida, que ese tiempo pasado, cuando íbamos a buscar musgo a las tapias del hospital viejo o a sombríos donde crece esa yerba tan bonita,  para poner el suelo del  belén, colocar el árbol de navidad, escribir las cartas para los Reyes Magos, o ese beso de buenas noches la mayoría de las veces dormidos cuando yo llegaba a casa.
Me estoy dando cuenta a mi edad, que estoy retrocediendo en el tiempo, me siento más niño y mas feliz, desde que tus dos hijos y mis queridos nietos, están tanto tiempo en casa; comer juntos, jugar,  ver en la tele a “Doraymon” (o algo así) y demás personajes de sus series favoritas e ir a por ellos al colegio, casi siempre vamos a buscarles  los dos abuelos, la abuela les trae a casa en  el “bus”, y el abuelo vuelve andando, (es que le tenemos a régimen por que está muy gordo dice el mayor a otras abuelas o madres).
Tus hijos son maravillosos, no es solo amor de abuelos no, son inteligentes, buenos, nos quieren mucho, de vez en cuando hablan de ti, pero nosotros todavía no nos atrevemos a contarles cosas de tu vida.
Como decía se acerca la Navidad, tus hermanos tu madre y yo estaremos juntos la Nochebuena, cenaremos como todos los años últimamente: huevos fritos con patatas y jamón, (esperemos que sea bueno el jamón) tu eres el espíritu de la Navidad, estarás en nuestras mentes y en nuestro corazón de forma permanente, día y noche, disimularemos unos con otros, haciendo creer a los demás, que nos lo estamos pasando bien, ¡Dios cuanto te echamos de menos hijo!
Tu hermana mayor y su marido, ahí están con sus trabajos, aunque tú hermana ahora están en paro, pero no la importa mucho, saldrá adelante o no saldremos nadie,
 “La niña chica”, está ya muy bien, al igual que su marido, todos quedamos tocados del ala con tu marcha. Tu hermano llegará justo la Nochebuena por razones de trabajo.
Tu madre y yo aquí estamos, esperando, no sabemos el que, pero se que debemos seguir esperando para cuidar de los nuestros.
Se que hubo otro tiempo en que nadie hablaba de crisis, pero se que cada familia además crisis colectiva, ha tenido la suya propia, la económica nunca dejamos que os alcanzara en lo básico, a pesar de las dificultades. Nunca os  contamos que tuvimos el piso embargado a punto de salir a subasta, el  banco nos devolvía hasta el recibo del agua y los números rojos te cobraban el 20% de intereses, solo nos faltaba las cosas a tu madre y a mí, hoy por vosotros y junto a tu madre volvería a emprender el camino de nuevo.
Asómate a nuestras vidas, aunque solo sea un momento.
Sin más se despide tu padre que te quiere y no te olvida.

Muchos besos de todos
P.D. Mira que flor más bonita, ha salido en el jardín de nuestra calle.