domingo, 16 de marzo de 2014

Metas personales en la vejez.

Durante el proceso de envejecimiento, la persona está sometida a un mayor número de pérdidas, en comparación con otras etapas de la vida. Dado que con el aumento de la edad se reducen las posibilidades, los estudios de las metas personales con población mayor son reducidos. Algunos de los estudios realizados con población adulta han sido llevados a cabo por Brian Little, quien propuso un método de evaluación de las metas personales (Little, 1983) y las definió como un conjunto de actos interrelacionados y prolongados en el tiempo, los cuales intentan mantener o alcanzar un acontecimiento previsible para el individuo.Como ya comenté en otra entrada del blog, el Modelo SOC, Optimización Selectiva con Compensación, Baltes y Baltes, 1990) enfatiza el papel de las metas personales pues, dadas las continuas pérdidas a las que se enfrenta la persona mayor, en el envejecimiento exitoso, ésta reajusta susmetas y objetivos personales en consonancia con sus capacidades, habilidades e intereses, para así compensar estas pérdidas.
metas
              La teoría de la selectividad socio-emocional (Carstensen, Isaacowitz y Charles, 1999) también enfatiza el papel de las metas en el envejecimiento. Según estos autores, la percepción del tiempo como limitado tiene importantes implicaciones para la emoción, la cognición y la motivación. Así, Carstensen et al. (1999) argumentan que la percepción del tiempo tiene una conexión inevitable con la selección y persecución de metas sociales, jugando la percepción del tiempo un rol central en la selección de metas sociales y las subsecuentes preferencias por compañeros sociales.
               Son tres las asunciones en las que se basa la teoría de la selectividad socio-emocional. Primero, la teoría adopta como axioma la creencia de que la interacción social es crucial para la supervivenciaSegundo, la teoría considera que las conductas de las personas están inherentemente guiadas por la anticipación de la realización de metas. Por último, la teoría supone que a causa de que las personas persiguen múltiples metas, la selección de metas es un precursor para la acción. Así, la teoría mantiene que la visión del tiempo como expansivo o limitado influye en los procesos de evaluación que preceden a la selección de metas.
¿Cómo influye la percepción del tiempo en las metas personales?
              Las personas que se enfrentan a una perspectiva temporal futura abierta, como en la juventud, orientan sus metas hacia un mayor conocimiento, orientando sus metas hacia una mayor formación o profesionalización. Por el contrario, las personas mayores se enfrentan a una perspectiva temporal futura limitada, ya que se encuentran en la/s última/s etapa/s de su vida (tercera y cuarta edad), y sus metas se orientan hacia la regulación emocional. Por lo tanto, la percepción del tiempo como finito o, por el contrario, abierto/lejano; va a influir en  la orientación de las metas personales según su edad.
¿En qué aspectos de la persecución de metas repercute la percepción del tiempo?
         En cuanto al futuro se refiere, algunos estudios han investigado las consecuencias de la percepción del tiempo como finito, es decir, las consecuencias de tener una perspectiva temporal futura limitada/cerrada o abierta. Asimismo, defienden que la extensión de la perspectiva temporal juega un rol psicológico importante en la regulación del desarrollo, mediante un control externo (como son las normas sociales y las expectativas) y el auto-control. 
         Lang y Carstensen, 2002, postulan que en edades más tempranas existe una mayor tendencia a regirse por un control externo, determinado por reglas normativas; mientras que en la adultez tardía las pautas normativas son menores y las personas mayores tendrían más libertad de elección guiándose por procesos de auto-regulación (véase también Wrosch y Freund, 2001). Entonces, a lo largo del desarrollo se van produciendo cambios en la auto-regulación, es decir, cambios que implican la persecución de unos tipos u otros de metas a lo largo de la vida, fundamentalmente en los tres dominios centrales de ésta (trabajo, relaciones sociales y familia y ocio). Más concretamente, Nurmi (1992) encontró que los jóvenes expresaban más metas orientadas hacia ellos mismos, sus amigos y su educación, mientras que las metas de los adultos se centraban en sus hijos y las metas de las personas mayores estaban más orientadas hacia su salud y las actividades de ocio.
               A modo de conclusión, la motivación para la consecución de metas personales estaría determinada en gran medida por las perspectivas de futuro (Nuttin, 1964). Por consiguiente, las metas y proyectos personales son un determinante importante de la estructura y significado del curso de la vida
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             Desde una perspectiva positiva, estos modelos arriba comentados, ponen de manifiesto el papel fundamental de las metas o proyectos personales en el envejecimiento, dado que para que la vida tenga sentido debemos tener proyectos, ilusiones, algo en lo que ocuparnos. Y es que el ser humano necesita mantenerse ocupado para dar sentido a su vida.
 Cuando una persona se hace mayor, su bienestar es lo más importante, pues el hecho de que la persona no se sienta bien le va a acarrear otros problemas, como por ejemplo problemas relacionados con el estado de ánimo, ya que muchos mayores padecen depresión. De ahí la importancia de trabajar la motivación a través de metas y proyectos en las personas mayores, marcando objetivos, porque esto influirá en su orientación hacia el futuro y bienestar en general.
Metas
Un saludo,
Silvia Adame Fernández.

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