En España las mujeres que a partir de una cierta edad se quedan en casa tienen asegurado el empleo de canguro con el cuidado de niños de su entorno familiar. Si los padres tienen la suerte de trabajar y no se cumple el manido principio de conciliación familiar, son los canosos los que, de forma generalmente altruista, se hacen cargo de las urgencias con los niños.
Si fuera necesario, esta disponibilidad y estas experiencias familiares pueden convertirse en una nueva oportunidad de negocio y así lo demuestra la propuesta que hemos encontrado en internet.
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Rent a grandma es una agencia de contratación de personas mayores para que ayuden en la atención a niños, pero también en la de ancianos o mascotas. La idea del negocio es poner en valor las habilidades y la experiencia que se adquieren con la edad, la imagen dulce, comprensiva y experimentada de una abuela aumenta la confianza de quienes buscan alguien que los sustituya durante unas horas.
Según sus propias palabras: ¿Por qué contratar a una niñera adolescente cuando se puede tener una abuela? Puede confiar en nuestras abuelas, además las abuelas no chatean ni twittean mientras están con sus hijos.
Una buena idea y de nuevo un ejemplo de como la sociedad puede valorar la dedicación de sus mayores de forma positiva.
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