No me acordaba, de haber vivido tanto
Parece que hay una mayoría de gente, que les repele recordar el pasado, como, que por mirar, de vez en cuando hacia atrás, y recordar de donde venimos, como ha transcurrido nuestra vida pasada, quienes son o han sido nuestros ancestros más cercanos, resultan cosas pasadas de moda, historietas del abuelo “cebolleta”.
Nos sentimos mucho más cómodos y nos parece mucho más moderno e interesante, rememorar la época de los dinosaurios, elucubrar sobre cual fue la causa de su desaparición; que sería de la humanidad, si un día desapareciera, el lince ibérico de nuestra vidas, o encontráramos una especie que creíamos desaparecida o viéramos con nuestros humildes ojos,
un “gallifante,” (por poner un ejemplo) o un animal con tres rabos que creíamos extinguido, hace diez millones de años,¡eso sí sería un hallazgo!
Como digo, pararte y echar la vista atrás, creo que es muy sano y necesario, analizar la vida que han tenido nuestros antecesores, en relación con lo que tenemos, o la forma en que queremos que, transcurra la nuestra y la de nuestra gente.
Yo hoy, tengo puestos los pies en la tierra, no por los años, ni por los kilos que peso demás, si no porque alguien debió de pensar, que tenía los cascos algo ligeros, y me obligó a ver la realidad de otra manera, ahora se, que pisaremos menos tierra, que la que nos cubrirá, en una etapa posterior.
Siempre piensas cuando me jubile… si me toca la “primitiva,…” recorro el mundo, ahora se que no iré a ningún lado, ya no.
Yo creo, que no me había parado a valorar, ni siquiera lo que he visto y oído, no tenemos capacidad para tanto, creo que con lo puesto tengo suficiente y seguro que me sobrará.
Hace unos días me, senté ante el televisor, para ver una película que ponían sobre los procesos de Nuremberg, ya casi no me acordaba, yo visité el campo de concentración de Dachau, que crueles podemos ser los seres humanos, recuerdo que cogí, un par de guijarros del suelo que aún conservo, pensando que, algún pié tuvo la desgracia de haberlos pisado, cuantas veces pervertimos hasta el lenguaje: “El trabajo os hará libres”, nos hemos ganado nuestra libertad a pulso, disfrutemos de ello, aquellos que decidan, mirar atrás sin ira, y hacia delante un par de pasos, es posible que tengamos cierta paz en nuestras vidas, el odio y la envidia son malos compañeros de viaje, nada se da, ni se regala, otros pagaron con sus vidas, lo que ahora tenemos y denostamos tan a menudo.
Pocholo.
