lunes, 13 de enero de 2014

Ejemplos Internacionales (VIII): Cohousing intergeneracional Muir Commons.



Muir Common collageSituada en Davis, California, esta comunidad celebró recientemente su 20º cumpleaños. Fue el primer ejemplo de cohousing creado en Estados Unidos, al estilo de los daneses. Con la ayuda de McCamant & Durret, la comunidad diseñó de forma participativa sus 26 unidades en torno a una casa común.
El cohousing intergeneracional reproduce la vida de pequeño barrio o aldea de antaño en la que los vecinos ayudaban a hacer la mudanza, a cuidar a los niños del otro, a la jardinería y la limpieza de lo común… Vivir compartiendo “para ser más libre”. Eso lo entiende perfectamente el niño que puede moverse libremente por el complejo desde una edad muy temprana.
Si los ejemplos de “senior cohousing” (sean intergeneracionales o no) se orientan fundamentalmente hacia las personas mayores, los ejemplos de “cohousing” se vuelcan hacia los niños. Así Muir Commons tiene casi tantos niños y niñas como personas adultas (45 frente a 49). La rotación es parte de la vida de cualquier tipo de cohousing, y así después de 22 años de funcionamiento, en Muir Commons permanecen 5 familias de las 26 que lo iniciaron.
A diferencia de los modelos europeos, la administración estadounidense no ayudaba a la financiación de ninguna forma este tipo de iniciativas. Es por ello que para llevarlo a cabo, el grupo aceptó trabajar con un promotor o gestor que ya disponía del lugar para la construcción del complejo. Hasta que se mudaron allí solo tenían que pagar un 3% y una pequeña reserva. Esa ventaja en la financiación compensó algunas carencias del lugar, quizá demasiado pequeño para ellos. Trabajar con un promotor tiene más riesgos. En este caso esa empresa aceptó el proceso participativo de desarrollo del cohousing y asumió las decisiones del grupo (por cierto de forma consensuada), cosa que no es habitual.
Durante el proceso de diseño, los miembros de la comunidad llegaron rápidamente a acuerdos acerca de los conceptos generales (como los descritos anteriormente, o las relaciones espaciales entre funciones diversas: jardín, actividades de la casa común, etc.), más que con las decisiones más específicas de diseño. El programa (dependencias deseadas, su tamaño y relación entre ellas) se consensuó enseguida de forma muy clara, aunque resultaba abstracto sin imágenes arquitectónicas concretas. Se trata del método de diseño que Dorit Fromm llama “holandés”, frente al “danés” donde el equipo de arquitectos va mostrando al grupo más imágenes sobre las que debatir la arquitectura final.
Formalmente se trata de un ejemplo ilustrativo de una serie de principios de diseño válidos también para jubilares o senior cohousing no intergeneracionales:
- Entrada formal de bienvenida desde la casa común
- Entradas informales desde el anillo verde que rodea el complejo
- La casa común da hacia las zonas comunes interiores, donde la mayor parte de las actividades tienen lugar.
- Las fachadas públicas (de la casa común como de las unidades de vivienda) no están dominadas por coches ni zonas de servicio. El parking de visitantes se sitúa junto a la casa común, de esta forma se evita que no residentes tengan que atravesar la comunidad.
Cada vivienda privada tiene una puerta hacia el espacio común y otra de acceso privado. Además, “siempre puedes cerrar la puerta”. Tanta comunidad como desees, tanta privacidad como desees. Esa es la gran clave del éxito.




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