martes, 25 de febrero de 2014

¿Cómo construir un proyecto de vida para el adulto mayor?.

gingen in den Wald.
Fotografía por Robert Agthe con licencia de atribución de Flickr.
  Desarrollar un proyecto de vida es una capacidad que poseemos todas las personas independientemente de nuestra edad. Es una capacidad tan propia del adulto mayor como de cualquier otro grupo de edad, solamente deberá plantearse de una forma distinta pero al final, la meta de conseguir darle un sentido a nuestros días será tan válida e imprescindible para la persona mayor como para cualquier otra.
  Es imposible pensar en ofrecer una receta para desarrollar un proyecto de vida propio, esta es una tarea ardua, compleja e individual que puede darse únicamente a través de un proceso de reflexión personal que indague en los propios gustos, preferencias, deseos y sueños. Es una empresa personal que nos puede llevar a rememorar antiguos hábitos y placeres de la adolescencia o enfrascarnos en nuevas tareas y anhelos poco explorados.
  La tarea se complica principalmente por los prejuicios sociales que existen ante el envejecimiento. Por un lado, las personas a nuestro alrededor podrían pensar dada la edad avanzada de una persona esta debería alejarse de cultivar nuevos pasatiempos y diversiones, a pesar de ello la barrera más arraigada que tenemos para llevarlo a cabo es el prejuicio que uno mismo tenga de sí mismo por el hecho de haber llegado a la vejez. Este tipo de pensamientos erróneos y poco veraces pueden materializarse en frases como “a mi edad ¿ya para qué?”, “esas cosas son sólo para jóvenes”, “en mis tiempos era diferente”, y muchas otras.
  Cabe resaltar que este tipo de pensamientos negativos acerca de mi propia vejez están asociados a un rendimiento más bajo en tareas intelectuales y pueden ir acompañados de pensamientos de depresión y tristeza que es necesario erradicar. Mientras más capaz se sienta una persona mayor de llevar a cabo una tarea, mejor será su desempeño en ella y a esto le llamamos autoeficacia. Por lo tanto, para desarrollar un proyecto de vida personal primero debemos sentirnos capaces de emprenderlo sin importar la edad.
  Para el adulto mayor, aunque se presenta como un gran reto, es indispensable para poder sumarle calidad de vida, bienestar y satisfacción a su existencia. Un proyecto de vida ayuda a los adultos mayores a ejercer un vínculo más saludable con el resto de su familia y generar nuevas relaciones, pues ayuda a mantener un estilo de vida activo, que además es unos de los factores esenciales para un envejecimiento exitoso.
  Siempre que se emprende una tarea como desarrollar un proyecto de vida nos toparemos con pensamientos que traten de alejarnos de cumplirlo, esto es casi seguro dado que empezamos a salir de la zona de confort. Lo importante es darnos cuenta de estos pensamientos y tratar de ver que son irracionales y podemos superarlos. Si se puede involucrar a más personas en este proceso será muy benéfico dado que podremos discutir sobre estas creencias arraigadas, se ha tenido toda una vida para cultivarlas y puede causar cierta incomodidad dar un giro hacia la novedad. Hay una consigna que podemos repetir cuando nos encontremos en dificultades y queriendo abandonar nuestro proyecto de vida y es: ¡Ser mayor es construir un proyecto de vida!
  Aquí hay algunos consejos para comenzar a construir un proyecto de vida para el adulto mayor:
  1. Considérate capaz. Es cierto que algunas de las capacidades físicas del adulto mayor pueden estar comprometidas, aun así realiza el ejercicio de pensar “¿en qué porcentaje puedo realizar esta tarea?” Tal vez no sea un 100% pero seguro que se aleja mucho del 0.
  2. Comienza despacio pero constante. Si para tu proyecto de vida haz elegido retomar alguna actividad que hacías con mucho placer durante años pasados, puedes toparte con que ahora se ha vuelto más complicada y esto te lleve a sucumbir. Cuando suceda esto recuerda que es parte de un proceso re-aprender nuestros los viejos hábitos.
  3. Involucra a la familia. Si los seres cercanos son consientes de un nuevo placer en la vida del abuelo(a), será más sencillo involucrarlos en la tarea, por ejemplo armando un árbol genealógico familiar. Incluso si es un proyecto muy personal e individual poder compartirlo siempre traerá un halo de motivación.
  4. Disfruta el proceso. El proyecto de vida no es una meta en sí misma, el camino que se recorre durante su elaboración es lo más rico y debe disfrutarse en grande.

Bibliografía.

Flores, M. (2011) El dispositivo grupal: elemento para generar un proyecto de vida en la tercera edad. Quintanar, F. (2011) Atención psicológica de las personas mayores. México. Pax.
Moragas, R., (2004) Gerontología social. España: Herder.
Pérez, R. (2011) La construcción subjetiva del envejecimiento. Proyecto de vida e imaginario social en la clínica psicológica con mayores. Quintanar, F. (2011) Atención psicológica de las personas mayores. México. Pax.

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