lunes, 5 de noviembre de 2012

"Una historia de La Parrilla" de Eduardo Aguado

Esto que voy a contar, no crean que es un cuento.
Esto ocurrió en La Parrilla, 
pues La Parrilla es mi pueblo;
donde yo me crié con mis abuelos,
que se llamaban Germán y Nicolosa,
a los que yo mucho quiero.

Lo que les voy a contar,
esto hace mucho,
pueden ser unos 20 años, más o menos.
Todo empezó, por la iglesia del pueblo.
Se reunieron unos vecinos
y el párroco del pueblo;
acordaron entre todos
modificar la iglesia por dentro,
y también quitar
todas las imágenes que había dentro,
para evitar su deterioro
por el polvo y el cemento.
Estas fueron entregadas
a unos vecinos del pueblo.
Cuando terminó,
todas quedaron colocadas,
en sus peanas para tal efecto;
menos "el niño bola",
que hace unos días,
aparece en el cementerio,
lo encontró un señor,
junto a la cruz que hay en el centro,
este ahí lo dejó,
vinieron dos señoras,
y lo llevaron a la caseta que hay dentro.

Allí entró una señora,
a por algún utensilio para limpiar su panteón,
y le encontró en un rincón.
Avisó al Ayuntamiento,
para que lo llevaran al pueblo.
Este domingo estuvo,
puesto junto a San Sebastián,
no se si sería para que le viéramos todo el pueblo.
Hoy está en el altar de Santa Catalina,
que es donde siempre,
tenía que haber estado puesto.

¡Esto señores ocurrió en mi pueblo:
que el "niño bola",
a los 20 años de desaparecer,
apareció en el cementerio!

Eduado Aguado Arranz
La Parrilla

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