viernes, 3 de abril de 2015

Sobre el comportamiento durante la comida.

comportamiento en la mesa
– Marina Muñoz Cervera –

Existen algunas pautas para que nuestro comportamiento a la hora de comer sea adecuado y saludable.

La rigidez formalista se exige en situaciones protocolarias, en las que todos los invitados a una comida tienen que comportarse de una manera muy formal para cumplir las exigencias sociales.
Nos vamos a basar en un comportamiento sano, acorde con la circunstancia de estar comiendo, porque en muchas ocasiones, nuestras acciones obedecen a emociones que se manifiestan durante la alimentación.
Existen una serie de reglas, meramente educativas, como por ejemplo, no leer en la mesa, no utilizar móviles ni tablets, que tienen un sentido y es evitar la distracción de la acción de comer. La ingestión de alimentos es una actividad que exige concentración para evitar masticar muy deprisa y para saber qué estamos comiendo, qué queremos comer y cuando hemos terminado.
Si recibimos una llamada muy urgente, nos disculpamos y levantamos un momento para contestarla, pero responder a todas y realizar llamadas mientras se está comiendo, no solo interrumpe nuestra acción de comer sino que puede molestar a las personas que están con nosotros.
Si dedicamos un espacio a nuestra salud, no debería estar invadido de otras circunstancias diferentes.

ALGUNAS PAUTAS DE COMPORTAMIENTO.

Los siguientes comportamiento están socialmente mal vistos, pero además tienen consecuencias negativas para nuestra salud:

Hablar con la boca llena:

Hablar y masticar al mismo tiempo se hace difícil, si hablamos dejamos de masticar y si dejamos de masticar para hablar, tendemos a tragarnos los alimentos casi enteros. Esta acción no es saludable, impide la correcta digestión y absorción de los nutrientes y es fuente de sobrepeso y obesidad.

Beber con la boca llena:

Es mucho mejor terminar de masticar y beber después porque ayudamos a que el alimento pase por el esófago; si bebemos con la boca llena, aún no hemos terminado de masticar y esta acción es fundamental, habida cuenta de que la saliva nos ayuda a lubricar el alimento entretanto.
– Masticar con la boca abierta: Es mucho más efectiva la masticación si se lleva a cabo con la boca cerrada, utilizamos mejor nuestros dientes y muelas.

Soplar para enfriar el alimento:

Con esta acción contaminamos los alimentos que tan cuidadosamente hemos cocinado para librarnos de las bacterias. Para evitar quemarnos, podemos coger pequeñas cantidades de comida del borde del plato y así, poco a poco, se va enfriando. Por ejemplo, cuando soplamos la comida de un bebé para que no se queme, podemos contagiarle nuestro catarro, incluso sin tener síntomas. Las bacterias y virus que producen las enfermedades respiratorias se transmiten a través de pequeñas gotitas, llamadas microgotas, que se eliminan al toser, soplar, hablar, etc.

Malas posturas en la mesa:

La espalda, en condiciones normales debe estar recta para evitar malas posturas que repercutan en el equilibrio dinámico de nuestro esqueleto; podemos apoyarnos en el respaldo de la silla para evitar estar torcidos y que luego nos duela. En cuanto a cruzar o no las piernas mientras se está comiendo, socialmente se interpreta como de mala educación, pero si estamos en un ambiente distendido, realmente se trata de que la mala postura no afecte ni a la acción de comer ni a nuestro equilibrio corporal. Se considera de mala educación poner los codos encima de la mesa, solo se debe apoyar el antebrazo; la única explicación que le encuentro es que el apoyo de los codos obliga a tener la columna doblada y eso no es recomendable.

Otros:

– Chuparse los dedos y rebañar el plato con pan se puede interpretar como una falta de educación en determinados ambientes, no obstante, si estamos en casa y nos hemos lavado las manos antes,  no encuentro ninguna razón de salud que lo impida y es un acto emocional.
– Usar las manos para comer en vez de los cubiertos: Todos aquellos alimentos que podamos coger con los cubiertos es mucho mejor y más sano porque facilita la acción de comer y no vamos tocando otros utensilios como vasos, manteles, etc. con las manos manchadas de comida. Hay algunos alimentos que se comen con las manos, como el marisco, las carnes con huesos, algunas hortalizas. Si nos hemos lavado bien antes de comer y estamos en un ambiente de confianza, donde esta acción no nos compromete ni se enjuicia como de mala educación, no le veo problema.
Lavarse las manos antes de comer es importante para evitar la transmisión de bacterias, virus, etc. a nuestros alimentos.
Otras pautas, como no comenzar a comer hasta que todos estén sentados en la mesa, evitar cruzarnos por delante del comensal de al lado para coger alguna cosa (mejor pedirlo), nunca fumar hasta que todos hayan terminado de comer, etc. son cortesías que se tienen con los comensales y depende de cada persona, la necesidad de ponerlas en práctica o no.
Estas son algunas recomendaciones en relación a nuestro comportamiento para que el acto de comer sea saludable. Son pequeñas cosas que a veces se olvidan porque la emoción subyacente impera sobre nuestra conducta y es conveniente tenerlas en cuenta, conociendo la causa, para que no resulte una imposición reglamentaria y dejen de hacerse por evasión de la obligatoriedad.
Por si estáis interesados, os dejo el enlace a un artículo publicado el 2 de abril de 2015 en El Confidencial que explica cómo comer algunos alimentos difíciles en situaciones procolarias:
Los platos más difíciles para el protocolo
Fuentes consultadas:
– Guía de la buena práctica clínica para una alimentación cardiosaludable. Organización Médica Colegial de España. Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid, 2006.
– Dr. Jorge Pamplona Roger. Placer y Salud en su Mesa. Editorial Safeliz, S.L. Argentina, 2004.

No hay comentarios:

Publicar un comentario