lunes, 28 de abril de 2014

Reemplazo total de cadera (Total Hip Replacement).


Si su cadera tiene daño como resultado de la artritis, de una fractura u otras condiciones, las actividades comunes como caminar, sentarse o levantarse de una silla pueden ser dolorosas y difíciles. Su cadera puede estar rígida y puede ser difícil ponerse los zapatos y las medias. Usted incluso puede sentirse incómodo mientras descansa.
Si los medicamentos, cambios en sus actividades cotidianas y el uso de soportes para caminar no ayudan adecuadamente a sus síntomas, usted podría considerar la cirugía de reemplazo de cadera. La cirugía de reemplazo de cadera es un procedimiento seguro y efectivo que puede aliviar su dolor, aumentar el movimiento y ayudarlo a recuperar el placer de realizar las actividades cotidianas normales.
La cirugía de reemplazo de cadera se realizó por primera vez en 1960 y es una de las operaciones más exitosas en toda la medicina. Desde 1960, los perfeccionamientos en técnicas quirúrgicas y tecnología de reemplazo articular han aumentado enormemente la efectividad del reemplazo total de cadera. Según la Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención Médica, más de 285,000 reemplazos totales de cadera se realizan cada año en los Estados Unidos.
Anatomía
La cadera es una de las articulaciones más grandes del cuerpo. Es una articulación esférica (de cabeza y cavidad). La cavidad articular está formada por el acetábulo, que es parte del hueso grande de la pelvis. La parte esferoidal es la cabeza del fémur, el extremo superior del hueso del muslo.
Las superficies óseas de la cabeza y la cavidad están cubiertas con cartílago articular, un tejido suave que reviste y amortigua los extremos de los huesos y les permite moverse fácilmente.
Un tejido fino llamado membrana sinovial rodea la articulación de la cadera. En una cadera saludable, esta membrana genera una pequeña cantidad de líquido que lubrica al cartílago y elimina casi toda la fricción durante el movimiento de la cadera.
Bandas de tejido llamados ligamentos (cápsula de la cadera) conectan la cabeza a la cavidad y proveen estabilidad a la articulación.
Anatomía de la cadera normal.
Causas comunes del dolor de cadera
La causa más común del dolor crónico y la discapacidad de cadera es la artritis. La osteoartritis, la artritis reumatoide y la artritis post-traumática son las formas más comunes de esta enfermedad.
  • Osteoartritis. Este es un tipo de artritis “de uso y desgaste” relacionada a la edad. Por lo general ocurre en personas de 50 años o mayores, y a menudo en personas con una historia familiar de artritis. El cartílago que amortigua los huesos de la cadera se desgasta. Los huesos entonces frotan uno con otro, causando dolor y rigidez de la cadera. La osteoartritis también puede ser causada o acelerada por irregularidades sutiles en la forma cómo se desarrolló la cadera en la niñez.
  • Artritis reumatoide. Esta es una enfermedad autoinmunitaria en la que la membrana sinovial se inflama y se engruesa. Esta inflamación crónica puede dañar al cartílago, produciendo dolor y rigidez. La artritis reumatoide es el tipo más común de un grupo de trastornos denominado “artritis inflamatoria”.
  • Artritis post-traumática. Esto puede seguir a una lesión seria o a una fractura de cadera. El cartílago puede dañarse y llevar a dolor y rigidez de la cadera con el paso del tiempo.
  • Necrosis avascular. Una lesión de la cadera, como una dislocación o fractura, puede limitar el aporte de sangre a la cabeza del fémur. Esto se llama necrosis avascular. La falta de sangre puede hacer colapsar la superficie del hueso, y resultará en artritis. Algunas enfermedades también pueden causar necrosis avascular.
  • Enfermedad de cadera de la niñez. Algunos recién nacidos y niños tienen problemas de cadera. Aunque los problemas se tratan con éxito durante la niñez, de todos modos pueden causar artritis en una etapa posterior en la vida. Esto ocurre porque la cadera no puede crecer normalmente, y las superficies articulares están afectadas.
Una cadera con osteoartritis.
Descripción
En un reemplazo total de cadera (que también se llama artroplastia total de cadera), el hueso y el cartílago dañados se remueven y reemplazan con componentes protésicos.
  • La cabeza del fémur dañada se remueve y se reemplaza con un vástago de metal que se coloca en el centro ahuecado del fémur. El vástago femoral puede ser cementado o “calzado a presión” dentro del hueso.
  • Una cabeza de metal o cerámica se coloca en la parte superior del vástago. Esta cabeza reemplaza la cabeza dañada del fémur que fue removida.
  • La superficie de cartílago dañado de la cavidad (acetábulo) se remueve y reemplaza con una cavidad de metal. A veces se usan tornillos o cemento para mantener la cavidad en su lugar.
  • Un espaciador de plástico, cerámica o metal se inserta entre la cabeza y cavidad nuevas para permitir una superficie con deslizamiento suave.
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(Izquierda) Los componentes individuales del reemplazo total de cadera.(Centro) Los componentes unidos dan lugar a un implante. (Derecha) El implante calza en la cadera.
¿Es la cirugía de reemplazo de cadera lo que a usted le conviene?
La decisión de someterse a cirugía de reemplazo de cadera debe ser una decisión colaborativa entre usted, su familia, su médico de atención primaria y su cirujano ortopédico. El proceso de tomar esta decisión comienza típicamente con una derivación hecha por su médico a un cirujano ortopédico para una evaluación inicial.

Candidatos para cirugía

No hay restricciones absolutas de peso ni edad para el reemplazo total de cadera.
Las recomendaciones para la cirugía se basan en el dolor y la discapacidad de un paciente, no su edad. La mayoría de los pacientes que se someten a reemplazo total de cadera tienen entre 50 y 80 años, pero los cirujanos ortopédicos evalúan a los pacientes individualmente. Se han realizado con éxito reemplazos totales de cadera en todas las edades, desde el joven adolescente con artritis juvenil al paciente anciano con artritis degenerativa.

Cuándo se recomienda la cirugía

Hay varias razones por las que su médico podría recomendar la cirugía de reemplazo de cadera. Las personas que se benefician de la cirugía de reemplazo a menudo tienen:
  • Dolor de cadera que limita las actividades cotidianas, como caminar o flexionarse
  • Dolor de cadera que persiste en reposo, ya sea de día o de noche
  • Rigidez en una cadera que limita la capacidad de moverse o levantar la pierna
  • Alivio inadecuado del dolor si se usan medicamentos antinflamatorios, terapia física o soportes para caminar
La evaluación ortopédica
Una evaluación con un cirujano ortopédico consiste de varios elementos.
  • Antecedentes médicos. Su cirujano ortopédico reunirá información sobre su salud general y hará preguntas acerca de la magnitud del dolor de cadera y cómo afecta su capacidad de realizar las actividades cotidianas.
  • Examen físico. Esto evaluará la movilidad, fortaleza y alineación de la cadera.
  • Radiografías (rayos X). Estas imágenes ayudan a determinar el grado de daño o deformidad en su cadera.
  • Otros exámenes. Ocasionalmente otros exámenes, como una resonancia magnética (MRI), podrían ser necesarios para determinar la condición del hueso y los tejidos blandos de su cadera.
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(Izquierda) En esta radiografía de una cadera normal, el espacio entre la cabeza y la cavidad indica cartílago saludable. (Derecha)Esta radiografía de una cadera artrítica muestra pérdida severa del espacio articular y protuberancias óseas.
La decisión de someterse a cirugía de reemplazo de cadera

Hable con su médico

Su cirujano ortopédico revisará los resultados de su evaluación con usted y discutirá si la cirugía de reemplazo de cadera es el mejor método para aliviar el dolor y mejorar su movilidad. Otras opciones de tratamiento —como medicamentos, terapia física u otros tipos de cirugía— también podrían considerarse.
Además, su cirujano ortopédico explicará los riesgos y complicaciones potenciales de la cirugía de reemplazo de cadera, incluyendo los relacionados a la cirugía misma y los que pueden ocurrir con el paso del tiempo después de la cirugía.
Nunca dude de hacer preguntas a su médico cuando usted no entiende. Cuanto más usted sepa, mejor podrá manejar los cambios que la cirugía de reemplazo hará en su vida.

Expectativas realistas

Un factor importante en la decisión de someterse a la cirugía de reemplazo de cadera es entender lo que la intervención puede hacer y no puede hacer. La mayoría de las personas que se someten a cirugía de reemplazo de cadera experimentan reducción drástica del dolor de cadera y una mejoría significativa en su capacidad de realizar las actividades comunes de la vida diaria.
Con el uso y la actividad normales, el material entre la cabeza y la cavidad de cada implante en el reemplazo de cadera comienza a desgastarse. La actividad excesiva o el sobrepeso pueden acelerar este desgaste normal y hacer que el reemplazo de cadera se afloje y se torne doloroso. Por lo tanto, la mayoría de los cirujanos no aconsejan las actividades de alto impacto como correr, trotar, saltar u otros deportes de alto impacto.
Actividades realistas después de un reemplazo total de cadera incluyen caminar sin límite, nadar, jugar al golf, conducir automóvil, senderismo, andar en bicicleta, bailar y otros deportes de bajo impacto.
Con la modificación adecuada de las actividades, los reemplazos de cadera pueden durar muchos años.

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