martes, 24 de diciembre de 2013

¿Le deprime la Navidad?.

Cada año, al acercarse la Navidad, surgen por todas partes artículos explicando que la Navidad no es una fiesta alegre para todo el mundo, que un tercio de las personas temen la Navidad, que se deprimen...


El fenómeno incluso ha sido hace poco "etiquetado" médicamente (¡reconocimiento supremo!). Si usted se siente afectado, sepa que sufre de SDEAN (¡Síndrome de Depresión Estacional al Acercarse la Navidad!). Y hay gran cantidad de psicólogos que están esperando a verle en su consulta -mediante pago, por supuesto-, así como toda una gama completa de antidepresivos a su disposición. 

Pero esta "depresión estacional navideña", que afecta al 10 % de la población, tiene en realidad una causa específica: la provoca la falta de luz y la falta de exposición de la piel a la luz solar, lo que da como resultado una bajada del nivel de la vitamina D en la sangre. 

Cuando el sol es intenso, en verano, sus rayos penetran a través de su retina. Los rayos envían una señal a su cerebro diciéndole que detenga la producción de melatonina, una de las hormonas que determina los ciclos de sueño. Pero cuando llega el invierno, esta señal es demasiado débil y la producción de melatonina sigue siendo alta, incluso durante el día. Es por ello que se puede sentir con mayor facilidad cansancio, apatía y depresión en invierno.

La solución es bastante obvia: contra el déficit de vitamina D, hay que tomar un suplemento de vitamina D durante todo el invierno, tras hacerse un análisis de sangre para comprobar la existencia de un déficit. Les recuerdo que el nivel en suero óptimo que se puede tener como objetivo está entre 45-70 ng /ml.

Contra la falta de luz en la retina puede practicar la luminoterapia, que es un tratamiento científicamente reconocido y aprobado como el más apropiado para el tratamiento de la depresión estacional. (1)

La terapia de luz consiste en exponerse a diario a una fuente de luz artificial que reproduce la luz natural, a una intensidad superior a 2.000 lux, al nivel de los ojos, durante 30 minutos a una distancia de unos 50 cm. Este tratamiento se practica desde el inicio de los síntomas, alrededor de septiembre u octubre, y debe mantenerse hasta la primavera.

Dicho esto, no hay que ignorar la realidad de que la depresión estacional puede agravarse en estas fechas en gran medida debido a la soledad o a las malas relaciones con algunos de los que le rodean, que no hacen muy alegres las fiestas de Navidad.

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