miércoles, 1 de agosto de 2012

El día al que le quitaron una hora.


El día, al que le quitaron una hora .  
(Historias para no llorar, ni morirse de asco)

Cuentan la gente del lugar que ha muchos años, los que gobernaban aquel Reino, tras largos años de sesudos debates y después de un sin fin de  reuniones, ponencias, mesas redondas, acuerdos tripartitos, enmiendas parciales, totales, juntas de portavoces,  plenos extraordinarios, (en estos ni se ruega ni se pregunta) plenos ordinarios, comisiones sectoriales …, un buen día decidieron, (sin encomendarse ni a Dios ni al diablo), quizá porque los días en Palacio, resultaban aburridos, o tal vez porque tenían que hacer algo, que justificara el sueldo que cobraban, decidieron hacer una ley orgánica,( para los menos ilustrados en estos temas les diré que las leyes orgánicas son las que se hacen, porque al legislador le sale de los órganos…) para que vieran sus súbditos, que tenían todo el poder del mundo, incluso ser dueños del tiempo.
Así  que  pasados muchos años de si pero no, no pero si, acordaron por mayoría simple y en segunda convocatoria al no haber quórum, (ya que la mayoría se habían jubilado y otros se fueron aburridos) que:
El último domingo de abril (entonces ese día y mes debía de tener otro nombre), quitarían a la gente, (hoy ciudadanos) una hora de ese domingo, entre otras cosas, para quitar el aburrimiento insoportable que padecían y que según los expertos y asesores que tenían estos mandatarios, matarían dos pájaros de un tiro; evitar el hastío de las últimas horas del sábado al domingo y asimismo quitar a las parejas, (que entonces había parejas de tres y mas) la idea de dedicarse a menesteres inconfesables, ya que precisamente  esa hora la dedicaban , como deber ciudadano, según otra ley orgánica llamada también LPLM. (Ley para “la Masa” Art.15 y siguientes) a la coyunda y procreación, con lo que el reino estaba lleno de niño/as, cosa que no gustaba mucho a los altos dignatarios, por una razón que se podría comprender con facilidad. Un día el “mandamás” en  uno de esos días que se tienen tontos o por que se había dejado los papeles en casa y no se le ocurría nada, para que los asistentes dejaran de bostezar,  se arrancó y dijo:
“Ciudadanos”, (es la primera vez que se oía esa expresión) a partir de hoy daremos 400 “maravedises” por cada niño/a que nazca. Aquello fue una revolución; la gente volvía corriendo a sus casa para hacer los deberes, algunos no les importaba si era su pareja u otra (bueno todos no), los estériles, menopáusicos, curas, solteros sin pareja, basectomizados y ancianos poco dispuestos, dijeron yo “pa que”. Como cuentan en sus escritos los antiguos contadores de historias,  había tantos niños y de tantas tribus, que el censo cambiaba todos los días y así era imposible gobernar nada.
También surgió un problema muy importante, y es que en los tiempos en que reinaba la normalidad, los niños y no tan niños, utilizaban una zona detrás de la casa llamado vulgarmente “corral” y allí de forma tranquila y rodeado de gallinas, se hacía las necesidades mas perentorias; pero como siempre los mas adelantados pensaron, que había que cambiar de nombre a este sitio y que además era una cochinada hacerlo al aire libre y en vez de “corral” le pusieron el nombre de “patio”, así que nunca mas nadie abrió la puerta para estos menesteres.  
  
Dicen que los niños  hacían sus necesidades mas naturales en la “rue,”(los mayores cuentan que se subían al monte) con lo que los accidentes por resbalones, era la tónica diaria, tanto era así que la gente estaba mas tiempo en el suelo, que de pié, con las consiguientes molestias de malos olores y roturas de todo tipo, brazos, caderas, piernas, sobre todo en  personas  mayores. Ya entonces se usaba un carrito que le llamaban “tracatrá”para las personas con menos estabilidad, (donado con mala intención para los que ya no podían trabajar) pero resultaba que las calles muy empinadas o los caminos a los poblados, en pendiente ,como la bajada a un poblado llamado La Parrilla, cuando tenían que ir, para hacer alguna compra, cogían tal velocidad, que la mitad de la población desapareció, algunos cuentan que les vieron al otro lado del Duero, pero nunca se pudo confirmar tamaña barbaridad.

Sirva para los historiadores estos datos, porque existe la creencia que fue a partir de esa época cuando empezó a mermar la población en zonas rurales.

Edicto Real
(Que deberían leer los emisarios en todos los poblados)

Hoy, último domingo de abril,
Escuchadme ciudadanos,
Aquéllos que estén en  cama
Con camisón o pijama.

A los que hayan madrugado
A los que no hayan dormido
Mujeres niñas, ancianas
Curas, monjes, militares.

Paisanos de aquesta tierra
Labradores(as), zapateros(as), herreros(as),
Taberneros(as),
Miembros, miembras
 Cualesquiera que escuchare.

Que es decisión soberana
Que del sábado al domingo,
 Quite una hora a este día
Para que no trabajéis tanto. (Mentira gorda)

Si alguno tuviera duda, cualquier cosa que alegar,
Aqueste es el momento
Será trasladado al rey
Vuestras quejas oportunas.

Pocholo. Continuará…

No hay comentarios:

Publicar un comentario